Hoy vamos a hablar de las micorrizas, una relación simbiótica muy común en la naturaleza. Se trata de la unión de las raíces de una planta con un hongo, y se da en aproximadamente el 80% de las plantas vasculares.
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esquema de una micorriza |
Las micorrizas surgen, según los estudios de algunos micólogos (Taylor, 1994) como una adaptación de algunas plantas primitivas (algas carófitas) para pasar al medio terrestre. Así, las hifas de ciertos tipos de hongos se habrían adherido a las raíces incipientes de estas plantas primitivas facilitando la absorción de agua y nutrientes fuera del medio acuático.
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carofito |
Desde entonces se ha forjado una relación muy estrecha entre ambos organismos, ya que ambos salen muy beneficiados.
Por un lado, los hongos tienen un medio adecuado donde reproducirse y sobre todo alimentarse sin preocupaciones.
Por otro lado, las plantas aumentan la capacidad y superficie de absorción de las raíces, llegando a zonas donde no podrían llegar por sí solas y absorbiendo más nutrientes y agua (o bien llegando a ellos cuando escasean). Además, la liberación de ciertos compuestos por parte del hongo protege a la planta del ataque de insectos y bacterias y de los cambios de temperatura en climas extremos.
Actualmente se sabe que las micorrizas son vitales para la supervivencia de la mayoría de las plantas vasculares, que reducirían enormemente su esperanza de vida si no fuera por esta simbiosis.
Un ejemplo de organismos que se benefician de las micorrizas serían los árboles del género Quercus, (encinas, robles, alcornoques...) y la familia de los Turberaceos, las famosas trufas que tanto valor alcanzan en el mercado.
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trufa |
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